La nostalgia, poderoso insight para los consumidores mexicanos.

Las últimas semanas han sido un verdadero golpe a la nostalgia del mexicano. Primero, la noticia de la partida del Primer Actor, Ignacio López Tarso, quien, en casi un siglo de vida, acompañó a muchas generaciones con icónicos papeles, tal como el de Macario, en esa cinta aclamada sobre la vida y la muerte. Su partida de este plano, hizo recordar a muchos una época de antaño, donde las cosas eran relativamente más fáciles.  Si aún no nos recuperábamos de esa oleada de nostalgia, nos llega la muerte – ahora si – del amigo de todos los niños, Chabelo. De nueva cuenta, una serie de recuerdos sobre la niñez en la que, nada nos preocupaba, y todo parecía más fácil, más barato y más alegre, nos llegó de pronto. La añoranza por el pasado ha sido siempre, un poderoso insight mercadológico para las personas.

De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la UVM (2023), el 88% de los mexicanos se ponen feliz de escuchar música que solía escuchar su familia durante su infancia y adolescencia; por eso, no es de extrañar, que filmes como “Bohemian Rhapsody”, la cita biográfica del finado Freddy Mercury, en su semana de estreno en México alcanzara la cifra de $106.80 millones de pesos y 1.7 millones de espectadores. La nostalgia vende, y vende bien. Si aún no se convence de ello, pregúntenles a los ex integrantes de grupos o bandas de música, que después de ver el dinero recaudado por quienes decidieron hacer tours y reencuentros, deciden reunirse de nuevo luego de años. La nostalgia, la música y el dinero van caminando de la mano.

El 71% de los mexicanos encuestados en el estudio del COP afirman haber comprado un juguete, un libro o cómic que le recuerde a su infancia o adolescencia; el 91% de ellos afirma que haber visto una película, serie o caricatura de su infancia o adolescencia que les llenara de recuerdos; un ejemplo de lo anterior es el estreno de la película de Mario Bros. Se espera que, a nivel global, la taquilla alcance los $ 200 millones de dólares en su primer fin de semana; a este momento, en México es ya la película más taquillera de Universal Pictures y el segundo más exitoso de una película animada, después de Toy Story 4.  ¿Y gracias a quién ha sido el éxito, de este filme? De los millones de fanáticos que, crecieron durante los años 90, que tuvieron los primeros juegos de Mario Bros, primero en Nintendo y luego en Super Nintendo y Nintendo 64, y que, la simple evocación del sonido de las monedas, el acento italiano de Mario o la imponente figura de Bowser, han sido suficientes para volcar la atención y asistencia a las salas de cine, por un impulso de la nostalgia.

En el estudio del COP es que, son los varones quienes tienen mayor añoranza de su niñez, en un 61% contra el 52% de las mujeres; eso convierte a los varones, en el mejor público meta de productos desarrollados a partir de la nostalgia, como se ha mencionado, en el caso de la película de Mario Bros, siendo la mayor parte de sus usuarios, hombres.

En una investigación realizada en julio de 2020 entre personas de 30 a 50 años, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, por el autor de este texto, se descubrió que los dulces, los juguetes y la comida, son los artículos que más se consumen por un tema de nostalgia; esto tiene una relación directa con el marketing emocional y el uso de los sentidos en una estrategia integral de mercadotecnia, donde el gusto y el olfato tienen un impacto directo en las emociones y los recuerdos. De igual manera, se encontró que la cantidad a pagar por un producto o servicio por nostalgia no es muy elevada, siendo 100 pesos la cantidad promedio, pero esto varía mucho de acuerdo al tipo de producto que se quiere comercializar.

Los mexicanos, como nación, somos un pueblo que tiene una mirada constante en el pasado; basta con analizar el comportamiento de nuestra nación, entorno a celebraciones como el día de muertos y el sentimiento patriótico que se despierta cada que se recuerda la conquista, para entender que, el pasado es algo que convive con el presente de los mexicanos. La nostalgia es, por tanto, uno de los motores más poderosos en muchos de los aspectos de la vida de las personas, y algo que, las empresas nacionales y extranjeras, han sabido explotar en términos de comercialización en nuestro país.  Sin duda, la nostalgia es y seguirá siendo, uno de los aspectos sociales y de marketing de mayor recurrencia para la generación de estrategias; por su probada efectividad ante las características sociológicas de nuestra población.