¿Momento de decir adiós al trabajo? La jubilación y el retiro en México.

Muchas personas sueñan con el día en que podrán finalmente ser libres del trabajo diario y vivir de sus rentas y pensiones. La expectativa es en algunos, poder viajar, disfrutar de la familia y dejar de preocuparse por el día a día. Sin embargo, para la mayoría de las personas que actualmente conforman la fuerza laboral de México, la realidad es que están lejos de vivir ese sueño utópico .

En un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (2022) se revela que el 50% de la gente considera que es poco o nada probable que puedan mantenerse con lo que ahorren hasta el momento de la jubilación. El 30% considera que la fuente de sostenimiento en sus años postreros será fruto de su pensión y el 27% considera que vendrá de los ahorros que hagan para ese fin en particular.  Esto quiere decir, aunque el 57% de la población piensa que su retiro estará sustentado por dinero relativamente seguro, este no será suficiente para vivir dignamente el tiempo dure su jubilación.

La gente que tiene mayores pensamientos sobre su futuro, son aquellos que se encuentran entre los 45 y los 54 años, es decir, la generación que más cerca está de jubilarse; las principales preocupaciones de este grupo versan sobre quiénes cuidarán de ellos si así lo requieren (52%) y cuáles serán los cuidados que necesitarán tener en el momento del retiro (60%).

De acuerdo a lo declarado al COP, el 39% de las personas creen que podrán retirarse entre los 65 y los 69 años de edad y el 17% creen que podrán hacerlo hasta pasados los 70 años. De acuerdo a INEGI (2019) en su reporte más reciente, la esperanza de vida en México es de 77 años para las mujeres y 71 años para los varones; con base en lo anterior, el tiempo de retiro o jubilación podría variar entre los 7 y 9 años aproximadamente. En el caso de las mujeres, que de acuerdo a las estimaciones son quienes viven más, el periodo de retiro puede ser particularmente complicado, al requerir de recursos por un mayor tiempo, y también, siendo que algunas gozan de menor remuneración que los varones, en algunos puestos de trabajo, esto puede significar un problema económico durante el periodo de vejez.

Al cuestionárseles sobre cuál es el sentimiento que despierta en ellos pensar en el retiro, la muestra refirió que la incertidumbre (71%) y la preocupación (60%) son los principales sentimientos identificados, al mismo tiempo que en 54% de los casos también sienten anhelo e ilusión.

En cuanto a las principales preocupaciones con respecto al retiro, el pensar cuánto necesitan ahorrar (42%), cuántos años les faltan para retirarse (39%) y qué gastos tendrán en ese periodo (38%) ocupa principalmente sus mentes.

Otro dato interesante es que, 76% de la población considera que después de la jubilación, es algo probable o muy probable que trabajen por gusto; esto habla de la visión del mexicano de seguir sintiéndose útil y productivo aún en la senectud, quienes en muchas ocasiones son relegados a trabajos fuera de la experiencia que acumularon a lo largo de los años,  llevando a las empresas a perder importantes elementos que aún son productivos y pueden aportar a las organizaciones, lo que orilla a este grupo de personas  en ocasiones a trabajar en otro tipo de trabajos, que no necesariamente ofrecen las mejores condiciones para la tercera edad.

Finalmente, al ser cuestionados qué es lo más importante para el momento del retiro, dos temas son los que están presentes en las personas, el tener salud en ese momento (37%) y el convivir con la familia (27%). Es claro que los mexicanos, tienen bien definidas las prioridades para la última etapa de la vida.

Ante los datos presentados por el COP (2022), es claro que, las reformas laborales de nuestro son de especial importancia para la ciudadanía, sobre todo aquellos que están más próximos a llegar a la edad de retiro. Para el gobierno actual y los entrantes el reto es diseñar estrategias para que este tema no se convierta en una bomba de tiempo. La prevención y educación financiera temprana de los que eventualmente serán jubilados y pensionados será, por una parte, esencial para que, las finanzas personales y, en últimas instancias, las gubernamentales, sean lo suficientemente sanas como para que valga la pena llegar a ese anhelado momento de terminar la vida laboral de los mexicanos.