Comportamientos, usos y confianza en el sistema finaciero.
En la última encuesta Nacional de Inclusión financiera (ENIF) 2021 llevada a cabo entre la Comisión nacional Bancaria y de Valores (CNVB) y el instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) más allá de resaltar como usamos los mexicanos los servicios financieros respecto al acceso y uso de los servicios financieros (llámese ahorros, créditos, remesas, cuentas para el retiro, seguros, etc.), busca conocer el nivel de conocimiento de la población sobre comportamientos, temas financieros y la vulnerabilidad financiera.
Entre los principales resultados se observa que hay un retroceso en relación en la tenencia de producto financiero ya sea en cuenta de ahorro formal, crédito formal, seguro o Afore, en la población de 18 a 70 años que paso de 68.3% en el 2018 a 67.8% en el 2021. Esta situación se ve más claro por sexo ya que en ese mismo periodo la tenencia en mujeres bajo de 65.2% a 61.9%, mientras que en los hombres subió de 71.8% a 74.3%.
Aunque aumentó la población de 18 a 70 años que tiene una cuenta de ahorro formal (tarjeta de nómina, de pensión, de ahorros, de cheques, de fondos de inversión, de depósitos de plazo fijo, etc.) al pasar de 47.1% al 49.1%, por sexo, el porcentaje varia, ya que. en el caso de la mujer descendió del 45.9% al 42.6% y en el hombre incrementó de 48.5% al 56.4%.
Otro dato interesante es que los productos de ahorro formal los encabezan principalmente las de nómina y de pensión, ya que representan el 32.2%, le siguen los de ahorro, con el 16.9%, las de apoyo del gobierno con el 6.5% (el cual tuvo un retroceso respecto al 2018 del 1.7%), y las tarjetas de internet o aplicación del 2.7% y de cheques con 1.9%.
En cuanto a tenencia de crédito formal destacan tarjetas de crédito personal con un 20%, tarjetas bancarias con 10.5%, otros (tenencia de crédito de nómina, automotriz, grupal, solidario o comunal) con 6.4%, crédito a la vivienda 5.8%, y crédito personal 3.8%.
Respecto a la infraestructura financiera su uso ha venido incrementando al pasar de 79.1 millones de usuarios a 83.7 millones en el 2021.El más utilizado es el cajero automático (52.1%), seguido de corresponsales financieros (establecimientos comerciales que hacer operaciones a nombre de una institución financiera) con el 43.9% y la sucursal bancaria (41.5%).
A pesar del avance que ha tenido el sistema financiero el principal medio de pago sigue siendo el efectivo (78.7%), en segundo lugar, está la tarjeta de débito (12.3%), en tercer lugar, la tarjeta de crédito (3.4%) y otro representado por transferencia electrónica, cheque y tarjeta prepagada 3.3%.
Respecto al comportamiento financiero de los 55.8 millones de mexicanos de 18 a 70 años, el 51.4% separa el dinero para pagos o deudas, el 41.5% lleva un registro de sus deudas, el 23.5% hace anotaciones de los gastos, el 22.5% lleva un presupuesto y el 17.6%hace pagos domiciliarios a través de aplicaciones.
Estos datos se complementan con los resultados obtenidos por el Centro de Opinión Publica de la Universidad del Valle de México en su estudio sobre el Sistema Financiero Mexicano elaborado en el 2015. Por ejemplo, el 39% relacionaba el sistema financiero con bancos exclusivamente. Además de que el 55% manifestó que usa tarjetas de débito y el resto tarjetas de crédito. A pesar de que han pasado años esta situación no variado mucho. La población sigue prefiriendo el uso de las tarjetas de débito.
Por último, también en la encuesta se señala que solo 3 de cada 10 consideran al Sistema Financiero Mexicano confiable. La percepción sobre la certeza está fincada sobre diferentes elementos que contemplan desde la experiencia propia, la historia del sistema en México hasta la falta de regulación de las instituciones financieras. Un claro ejemplo es la banca mexicana que ha incurrido en abusos relacionados con el manejo de letras pequeñas en los contratos, del cobro de comisiones altas en el uso de las tarjetas, altos costos asociados a la anualidad de tarjetas de crédito; aunado a esto, el tema de seguridad como clonación, extorsión, robo de identidad e ingeniería social que, si bien ha vulnerado al sistema financiero y sus usuarios, poco a poco, este se ha ido blindando para darle un mejor servicio a los usuarios.
Mtro. Armando Puebla Maldonado, licenciado en Economia, con especialidad en Política Económica y Maestría en Desarrollo Regional. Experiencia como analista económico en la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana