LA INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS ¿PLAGADA DE MITOS?
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Los alimentos procesados “no pueden formar parte de una dieta saludable” afirma 61% de los cibernautas mexicanos, a pesar de reconocer que su conocimiento sobre los mismos es limitado.
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Aunque 83% de los cibernautas señala que ha dejado de consumir algún alimento por considerarlo dañino para la salud, en esencia ningún alimento (procesado o no) es malo para la salud.
Un gran desconocimiento por parte de los mexicanos en torno a los alimentos procesados, sus ventajas y desventajas, son los hallazgos del último estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México. Esta encuesta pone en evidencia algo que no es un secreto para nadie: hay mitos alrededor de la industria de los alimentos. Desde las definiciones puntuales: ¿qué es un alimento procesado? y ¿qué implica que lo sea?, hasta dejar de consumir algún alimento en particular, los cibernautas mexicanos muestran que no tienen suficiente información sobre el tema, señaló Mercedes Poiré, directora del Centro de Opinión Pública de la UVM.
La encuesta que se llevó a cabo con 475 personas a través de Internet para conocer sus percepciones en torno a los alimentos procesados fue presentada este día en el marco del Congreso “Mitos y realidades de la Industria de Alimentos” realizado por la Sociedad de Alumnos de la carrera en Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana.
Del estudio también destaca que 75% de los participantes considera que su dieta, si bien es saludable, no lo es tanto como debiera, lo cual se pone en evidencia cuando 4 de cada 10 mexicanos afirman que el grupo de alimentos que consume con mayor frecuencia y en mayor cantidad son las proteínas animales.
Aunque 83% de los cibernautas señala que ha dejado de consumir algún alimento por considerarlo dañino para la salud, en esencia ningún alimento (procesado o no) es malo para la salud. De acuerdo con los expertos, el procesamiento de alimentos es cualquier cambio deliberado en un alimento que se produce antes de que esté disponible para que lo comamos. Puede ser tan simple como congelar o desecar un alimento para preservar los nutrimentos y la frescura, o tan complejo como formular una comida congelada con el equilibrio correcto de nutrimentos e ingredientes.
“El problema real es que la forma en que comemos, los alimentos que consumimos y las decisiones que tomamos para nosotros y nuestros hijos parten de una base de falta de información confiable y oportuna que se sustituye con las creencias de aquellos a quienes consideramos confiables, por lo que industria, gobierno y academia debemos realizar un esfuerzo por informar mejor al público consumidor sobre las ventajas de los alimentos procesados, que ayude a desmitificarlos y oriente la toma de decisiones para contribuir a que los mexicanos puedan tener una dieta cotidiana más saludable,” finaliza Ruth Pedroza, directora de la carrera en Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana.
METODOLOGÍA
Se propone la realización de un estudio cuantitativo, a través de una encuesta aplicada por internet. La encuesta será difundida a los contactos del Centro de Opinión Pública de la UVM, en sus redes sociales y los contactos que la Universidad Iberoamericana ha proporcionado.