CULTURA CÍVICA ENTRE UNIVERSITARIOS

RECONOCEN JÓVENES IMPORTANCIA DE CUMPLIR LAS REGLAS, PERO ADMITEN QUE ALGUNAS SE PUEDEN ROMPER

CULTURA CÍVICA ENTRE UNIVERSITARIOS

  • 46% piensa que las reglas pierden validez si su incumplimiento no tiene consecuencias.
  • Entre las conductas indebidas, consideran una de las más graves el sobornar a un policía.
  • Sienten enojo y tristeza ante situaciones que lastiman o vulneran a otra persona

Aunque el más reciente estudio del Centro de Opinión Pública de Laureate México revela que la mayor parte de los jóvenes mexicanos (94%) reconoce la importancia de que existan las reglas para garantizar una sana convivencia en la sociedad y 93% percibe que el cumplimiento de éstas depende esencialmente de las decisiones que cada uno toma, estos mismos jóvenes ofrecen opiniones contrastantes respecto a su cumplimiento.

De acuerdo al estudio Cultura Cívica tres cuartas partes también piensan que algunas de esas reglas pueden romperse y, casi la mitad de ellos, considera que éstas pierden validez si su incumplimiento no es sancionado.

La encuesta fue dada a conocer durante el Foro Ética y Cultura Cívica organizado por la Universidad del Valle de México y el Aspen Institute México, en el que el Dr. Juan Ramón de la Fuente, Presidente del Aspen Institute México y el Lic. Jesús Reyes Heroles, presidente del Consejo Rector de la Fundación Este País, sostuvieron un diálogo público para analizar cómo llegó México a los elevados niveles de corrupción que registra y cómo puede la sociedad fortalecer su cultura cívica y ética. El foro fue encabezado por el Presidente y Director General de Laureate y de UVM, Mtro. Luis Durán y por el Rector Institucional de UVM, Bernardo González Aréchiga.

Un aspecto interesante encontrado durante el estudio, fue la relación entre la firmeza de los valores mostrados por los encuestados y su integración a núcleos importantes de su entorno, es decir, mientras más integrados se sienten a su familia, grupos de amigos o comunidad escolar, más sólida es su postura con respecto a respetar las reglas y más sólidos son sus valores. Por lo anterior resulta imprescindible trabajar en fortalecer las redes familiares y sociales.

El estudio muestra que la mayoría (94%) de los participantes dicen que en sus hogares son respetuosos de las reglas. El hogar parece ser el espacio donde los jóvenes se muestran más dispuestos a seguir las reglas y consideran que las respetan. Al respecto, 72% comparten que en sus hogares hay reglas verbales y claras de comportamiento, 24% comentan que no hay un reglamento como tal pero cada miembro de la familia sabe cuáles son sus deberes y sabe qué hacer, 3% dice que hay un reglamento escrito.

Para 63% las reglas de su hogar tienen sentido; 35% afirma que las reglas en su hogar no tienen sentido pero las comparten y respetan y sólo el 2% consideran que las reglas en sus hogares son absurdas. Hay una opinión divida en relación a al rigor de las reglas, 47% concuerda con que éstas deberían ser más estrictas; 53% opina lo contrario.

También se evaluó el nivel de gravedad que algunos jóvenes asignan a distintas acciones no permitidas, encontrando que en una escala de 1 a 6, donde 1 es nada grave y 6 lo más grave, la situación considerada de mayor gravedad es ofrecer un soborno a un oficial (5.7 puntos), seguida de estacionarse en lugares para discapacitados y dejar basura en la calle (5 puntos), circular por carriles exclusivos para transporte público (4.8) y en el transporte no dejar salir antes de entrar (4.8). La percepción de gravedad está asociada con el tipo de sanción: mientras mayor es la percepción de gravedad, mayor es el porcentaje de encuestados que considera que la sanción es normativa y también se incrementa la crítica social por la acción cometida. Estacionarse en lugares para discapacitados, circular por carriles de uso exclusivo del transporte público y ofrecer un soborno, tienen los índices más altos de sanción normativa.

90% de los jóvenes están dispuestos a contribuir en el bienestar de la comunidad. Quienes no están dispuestos a contribuir en el bienestar de la comunidad dicen no saber si su contribución será realmente para favorecer el bien común (31%), la segunda razón para no involucrarse es que perciben que con su contribución no recibirían ningún beneficio, incluso podría perjudicarlos.

Violencia y enojo

El estudio del COP de Laureate México también exploró los sentimientos de los encuestados en relación a las situaciones suscitadas en su familia y el nivel de violencia que en ellas sienten. Así, en una escala del 1 al 10, donde 10 es lo más violento, los jóvenes perciben entre las acciones más violentas: que se beba alcohol (6.55) o fume en exceso (6.44), que sean corregidos con golpes (6.42); correspondiente al tema de la rectificación, también consideran con 6.3 puntos de violencia que puedan hacer lo que quieran sin ser sancionados, es decir, para ellos, el ser ignorados al no ser corregidos, es un acto de violencia.

Enojo es el sentimiento que los jóvenes más sienten ante situaciones que exponen, vulneran o lastiman a otra persona. Es lo que sienten cuando son testigos de situaciones violentas en su familia, principalmente el abuso verbal y emocional hacia los niños (63%), seguido por las faltas de respeto entre los miembros de la familia (43%) y, el abuso verbal y emocional hacia los ancianos (42%).

METODOLOGÍA

10774 encuestas auto aplicadas a estudiantes de bachillerato y licenciatura de la Universidad del Valle de México (7226) y la Universidad Tecnológica de México (3548) durante 2016. Dado el perfil de los alumnos de las instituciones de Laureate México, la muestra es representativa de jóvenes pertenecientes a la clase media.