DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA SALUD PREVENTIVA

HOMBRES MÁS EXPUESTOS QUE LAS MUJERES A HÁBITOS POCO SALUDABLES Y A SITUACIONES DE RIESGO

DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA SALUD PREVENTIVA

 

  • Hombres se autoperciben con mejores hábitos de salud que las mujeres, pero tienen menos hábitos de prevención y están expuestos en mayor medida a situaciones de riesgo.
  • La mayoría de los hombres en edad de realizarse un examen prostático no han asistido con el especialista.
  • La vasectomía es un procedimiento ampliamente conocido, pero alrededor de un cuarto de la población masculina desconoce hechos y mitos asociados.
  • 53% ha experimentado un malestar emocional, pero las mujeres 72%.

Con el propósito de integrar la perspectiva de género en el diseño y análisis de la atención médica, el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México llevó a cabo la encuesta Diferencias de género en la salud preventiva con el fin de ofrecer una visión detallada sobre cómo las prácticas y los sesgos relacionados con el género pueden influir en los hábitos de cuidado de la salud.

A pesar de que México enfrenta desafíos de salud generales, como las elevadas tasas de mortalidad por diabetes, enfermedades cardíacas y cerebrovasculares, la manera en que hombres y mujeres gestionan su bienestar es diferente y los estereotipos de género pueden influir en las decisiones relacionadas con la búsqueda de atención médica, el acceso a los servicios de salud y la adopción de comportamientos preventivos.

Acceso a servicios de salud

El acceso a los servicios de salud públicos es bastante similar entre hombres y mujeres, aunque existe una ligera ventaja para los primeros, con un 80% en comparación con el 75% de las segundas. Cuando experimentan malestares leves, la mayoría (41%) recurre a los consultorios de farmacias, seguidos de los servicios de salud públicos (26%), consultorios u hospitales privados (17%), la automedicación (11%) y una minoría no busca atención (5%). Sin embargo, cuando se trata de malestares graves, la mayoría opta por acudir a servicios de salud públicos (54%), seguidos de consultorios u hospitales privados (30%), consultorios de farmacias (14%), mientras que solo un 1% se automedica o no busca atención.

En algunos servicios o productos de salud, las mujeres tienden a gastar más que los hombres. Por ejemplo, en servicios dentales  (71% versus 63%); diagnósticos y exámenes de laboratorio (25% antes 18%).

Perfil de salud

En cuanto a su perfil de salud, la enfermedad más diagnosticada es la diabetes, afectando al 14% de los hombres y al 10% de las mujeres, seguida de las enfermedades cardíacas que afectan al 9% de los hombres y al 8% de las mujeres. Asimismo, las enfermedades pulmonares impactan al 5% de los hombres y al 5% de las mujeres, mientras que las enfermedades cerebrovasculares afectan al 4% de los hombres y al 3% de las mujeres.

En cuanto a la atención oportuna proporcionada por el personal de salud, el 16% de los hombres y el 17% de las mujeres expresan su desacuerdo o desacuerdo total en cuanto a haber recibido un diagnóstico oportuno. Además, el 11% de los hombres y el 14% de las mujeres no están de acuerdo con que el tratamiento recibido fue adecuado para su diagnóstico. Por otro lado, el 13% de los hombres y el 13% de las mujeres no están de acuerdo o están en total desacuerdo con respecto a seguir adecuadamente el tratamiento indicado. El impacto psicológico no puede obviarse, 40% se sintió culpable o avergonzado al ser diagnosticado .

Hábitos de salud

Aunque resulta alentador que solo el 16% informó que nunca realiza actividades físicas o deportivas durante más de 30 minutos a la semana, la mayoría (33%) las realiza solo de 1 a 2 veces por semana. Un 19% lo hace de 3 a 4 veces por semana, 13% de 5 a 6 veces por semana y 19% lo hace a diario. En contraste, solo 7% declara que nunca consume comida rápida o frituras, mientras que el 65% lo hace 1 o 2 veces por semana, 17% de 3 a 4 veces por semana, 7% de 5 a 6 veces por semana y 4% lo hace a diario.

Con respecto al consumo de sustancias perjudiciales, se observa que más hombres (27%) que mujeres (17%) fuman al menos una vez a la semana. Del mismo modo, un mayor porcentaje de hombres (51%) que mujeres (34%) consumen alcohol al menos una vez a la semana. A pesar de estos datos que sugieren que los hombres tienden a practicar la prevención en menor medida, su percepción propia es similar a la de las mujeres, ya que el 65% de los hombres y el 66% de las mujeres consideran que mantienen hábitos saludables.

En general, los datos indican que los hombres están más expuestos a situaciones de riesgo. Según datos del Inegi, la participación en agresiones es la sexta causa de muerte en hombres. Siguiendo lo reportado en esta encuesta, el 22% de los hombres participaron en discusiones con violencia física al menos una vez el último año, aunque este dato no difiere en gran medida del 17% de las mujeres. Por otro lado, el 15% de los hombres informaron que perdieron la conciencia después de consumir alcohol u otras sustancias el año pasado, en contraste con 8% de las mujeres.

De acuerdo con el Inegi, 7 de cada 10 conductores presuntos responsables de accidentes viales eran hombres, lo que es congruente con el 41% de los hombres que reportaron haber conducido un automóvil o motocicleta a exceso de velocidad al menos una vez en el último año, en contraste con el 20% de las mujeres. En cuanto a la conducción bajo los efectos del alcohol u otras sustancias, el 29% de los hombres informó haberlo hecho al menos en una ocasión, en contraste con solo el 10% de las mujeres.

Además, como parte de la prevención en salud mental, aproximadamente 1 de cada 2 hombres (53%) reportaron haber experimentado malestar emocional, en comparación con el 72% de las mujeres que lo vivió. Frente al malestar emocional autoinformado, 39% de los hombres y 46% de las mujeres buscó ayuda psicológica o psiquiátrica.

Salud masculina

A pesar de las recomendaciones de expertos que sugieren que los hombres deben someterse a un examen prostático a partir de los 40 años, se destaca que un porcentaje significativo de hombres no ha asistido a tales exámenes en los grupos de edad de 45 a 54 años (66%) y de 55 años o más (54%). Esto contrasta con la percepción general, en todos los grupos de edad, de que la edad recomendada para una revisión urológica que incluye un examen testicular y prostático es entre los 31 y los 40 años.

En la actualidad, un examen prostático puede comprender un tacto rectal o una prueba de sangre, y aunque en términos generales la mayoría (37.1%) está de acuerdo con esta afirmación, se observan diferencias significativas en función de la edad. Por ejemplo, los grupos más jóvenes tienden a desconocer en qué consiste el examen (15% en el rango de 18 a 24 años y 17% en el de 25 a 34 años) y a relacionarlo en mayor medida con el tacto rectal solamente (45% en el rango de 18 a 24 años, 33% en el de 25 a 34 años y 34% en el de 35 a 44 años). Sin embargo, esta percepción cambia en los grupos de mayor edad, donde es más común la creencia de que el examen prostático puede incluir un tacto o una prueba de sangre (45% en el rango de 45 a 54 años y 44% en el rango de 55 años o más).

En cuanto a los diagnósticos más frecuentes de infecciones se encuentra candidiasis (7%), virus del Papiloma Humano (6%), herpes genital (5%) y gonorrea (4%). 28% está muy de acuerdo o de acuerdo en que se sintieron juzgados por el especialista debido a este diagnóstico y 54% mencionó haber sentido miedo o vergüenza.

En cuanto a su experiencia en la consulta médica, a pesar de que el 90% de los hombres está muy de acuerdo o de acuerdo en que el personal médico respondió a sus preguntas o preocupaciones sobre su salud reproductiva, el 24% reportó haberse sentido juzgado por sus prácticas sexuales, y el 18% recibió comentarios inapropiados de naturaleza sexual.

Vasectomía

La vasectomía es un procedimiento que en su mayoría se conoce plenamente o al menos a grandes rasgos (63%), a excepción del grupo de 18 a 24 años, en donde el 55% afirmó conocerlo poco o no conocerlo. La mayoría (66%) expresó que, si estuviera en condiciones de realizarse la vasectomía, definitivamente sí o tal vez sí se sometería al procedimiento. Por otro lado, del 34% de quienes manifestaron que tal vez no o definitivamente no se someterían al procedimiento, el 55% alegó que no lo consideran necesario, el 14% indicó que sus parejas ya utilizan un método anticonceptivo, el 10% mencionó que les da miedo o vergüenza, el 6% desconoce dónde pueden recibir atención, el 4% señaló que no hay especialistas cercanos en su localidad y, dentro del significativo 11% que respondió “otros motivos”, cerca de la mitad alegó que esperan tener hijos en el futuro.

Se observa una importante falta de conocimiento acerca de la veracidad del impacto de la vasectomía en la salud masculina, con cerca del 25% de los encuestados declarando desconocer la información. Por ejemplo, aunque es falso que la vasectomía cause problemas para orinar, el 26% indicó no estar seguro y el 5% afirmó que esta aseveración es verdadera. La vasectomía no afecta el desempeño sexual ni el deseo sexual, sin embargo, el 23% expresó no saberlo y el 6% consideró que esto es cierto. Aunque no provoca aumento de peso, el 33% declaró no estar seguro y el 9% pensó que esto es cierto. Tampoco causa pérdida de sensibilidad, pero el 26% no estaba seguro y el 9% afirmó que es posible. Aunque estudios anteriores sugerían que los hombres con vasectomía eran ligeramente más propensos a padecer cáncer de próstata, investigaciones más recientes han demostrado que esto no es cierto. No obstante, el 25% no estaba seguro y el 7% pensó que sí podía causarlo. La vasectomía no provoca cambios en la orientación sexual, pero el 13% no lo sabía y el 3% afirmó que sí. La recuperación suele tomar menos de una semana, pero el 28% no estaba seguro y el 9% consideraba que es un proceso largo y doloroso. Finalmente, aunque la vasectomía tiene una efectividad demostrada cercana al cien por ciento, el 19% no lo sabía y el 6% pensaba que no era efectiva.

METODOLOGÍA

Encuesta realizada del 19 al 27 de septiembre de 2023 a 650 personas integrantes de un panel online diseñado por el COP UVM. La conformación del panel se diseñó tomando en cuenta las características sociodemográficas de la población mexicana como edad, sexo, NSE, entidad y ocupación. La encuesta fue estructurada en tres secciones: salud (aplicada a mujeres y hombres), salud de los hombres (aplicada exclusivamente a hombres) y salud de las mujeres (exclusiva para mujeres).  Aquí se reportan las respuestas de ambos para la sección general y respuestas exclusivas de hombres para la sección de salud masculina